Publicado: ----> Cindy
Cuando oigo a según qué padres hablar de sí mismos emulando a la señora de Cuesta “como padres modernos que somos, que lo somosÉ”, me da la risa. El concepto de modernidad quizá sea uno de los más usados de manera arbitraria, cuando su significado real “que en cualquier tiempo se ha considerado contrapuesto a lo clásico” no da lugar a dudas, ya que moda “Uso, modo o costumbre que está en boga durante algún tiempo, o en determinado país, con especialidad en los trajes, telas y adornos, principalmente los recién introducidos” y moderno no son sinónimos, ni tienen siquiera la misma raíz etimológica.
Pues bien, ahora están de moda los vampiros de Crepúsculo y con ellos, la chica que languidece de amor y anemia y eso no tiene nada que ver con ser moderno. La imagen de la mujer que renuncia a todo por amor (de un hombre, faltaría más) es lo más retro que podamos encontrar, pero está de moda, es un hecho. El Instituto Andaluz de la Mujer se suma a las entidades que con motivo del día contra el maltrato sacan a la luz el resultado de sus estudios. Dice dicho trabajo que el 65% de la juventud andaluza tiene actitudes y pensamientos sexistas. Alerta también sobre la imagen que proyectan las series televisivas o películas para público adolescente en relación a las relaciones de pareja con un hombre (algo golfo por lo general) que hace sufrir a la chica que lo aguanta todo por amor.
Pues bien, ahora están de moda los vampiros de Crepúsculo y con ellos, la chica que languidece de amor y anemia y eso no tiene nada que ver con ser moderno. La imagen de la mujer que renuncia a todo por amor (de un hombre, faltaría más) es lo más retro que podamos encontrar, pero está de moda, es un hecho. El Instituto Andaluz de la Mujer se suma a las entidades que con motivo del día contra el maltrato sacan a la luz el resultado de sus estudios. Dice dicho trabajo que el 65% de la juventud andaluza tiene actitudes y pensamientos sexistas. Alerta también sobre la imagen que proyectan las series televisivas o películas para público adolescente en relación a las relaciones de pareja con un hombre (algo golfo por lo general) que hace sufrir a la chica que lo aguanta todo por amor.
Es curioso cómo la imagen de las mujeres, obedeciendo a estrategias de imagen muy determinadas ha ido cambiando de manera que alguna madre de las que cito, con su empacho de moderna, se quedaría con los ojos muy abiertos si viese con espíritu crítico los films La reina de Nueva York , Luna Nueva, Sucedió una noche, Al servicio de las damas o Lo que quieren las mujeres; todas estas comedias deliciosas, rodadas entre 1930 y 1944 (la época de las abuelas actuales) nos presentan mujeres indómitas, a veces alocadas, pero siempre libres para hacer y equivocarse, mujeres que aún en su rol de niñas bien caprichosas muestran verdadero desenfado al tratar temas como la libertad sexual de las mujeres o su manera de elegir o rechazar parejas: de hacer de su vida un proyecto propio, equivocado o no, pero propio. En España por entonces se rodaba La hermana San Sulpicio o Nobleza Baturra, paradigmas de lo que habría de venir en los años venideros en el cine español, sin obviar excepciones notables.
Y es que el cine es una poderosa industria de propaganda al servicio de los regímenes políticos. Para ser justos podíamos afirmar que las posguerras hacen estragos en la población también a través del cine; la prueba de la influencia poderosísima del cine la tenemos en Rebeca, una película sobre una mujer abnegada, digámoslo así, que dio nombre a un tipo de cardigan de punto, y hasta ahora. Y es que los films del Hollywood dorado también fueron una poderosísima industria de vender ideas; no podemos ver Siete novias para siete hermanos y quedarnos como si nada hubiese pasado, aunque Russ Tamblyn bien vale una misa, pero el estereotipo que transmite este film sobre el rol sexual de las mujeres es directamente delictivo. Menos mal que la comedia musical nos pone el cerebro en modo desconexión y al finalizar reiniciamos.
La pregunta es si los chicos que ven estas recientes historias vampíricas -que nada tienen que ver con las de Hammer- y sus aledaños saben que lo que ven es mentira podrida, de la mala. Uno de los protagonistas de la última película de la saga animaba a los chicos a que llevasen a las novias a ver la cinta, porque ellas luego se lo pagarían “con amor”. En fin
En todas las relaciones hay una parte de dificultades que nunca aparece en esos institutos televisivos donde no hay acné y todo es posible y los sortilegios son cuentos de hadas que no existen en un mundo donde mueren realmente las mujeres a manos de sus parejas. El cine es arte y herramienta de educaciónÉ y marketing. Una fábrica de sueños que obedece a un objetivo: cambiar nuestra visión del mundo, lo que le otorga un poder inmenso.
La pregunta es si los chicos que ven estas recientes historias vampíricas -que nada tienen que ver con las de Hammer- y sus aledaños saben que lo que ven es mentira podrida, de la mala. Uno de los protagonistas de la última película de la saga animaba a los chicos a que llevasen a las novias a ver la cinta, porque ellas luego se lo pagarían “con amor”. En fin
En todas las relaciones hay una parte de dificultades que nunca aparece en esos institutos televisivos donde no hay acné y todo es posible y los sortilegios son cuentos de hadas que no existen en un mundo donde mueren realmente las mujeres a manos de sus parejas. El cine es arte y herramienta de educaciónÉ y marketing. Una fábrica de sueños que obedece a un objetivo: cambiar nuestra visión del mundo, lo que le otorga un poder inmenso.
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